No hay duda de que el calor de una buena chimenea ayuda a crear un ambiente hogareño y familiar durante los fríos meses de invierno e incluso en algunas noches frescas del verano.

Y para que esa chimenea funcione necesitamos combustible: ¡leña! ¿Cuándo es el mejor momento para adquirirla? ¿Qué tipos de leña hay y cuál es la diferencia? ¿Cuánta cantidad compro?

Para todas estas preguntas, tenemos la respuesta.

Leña dura o blanda

Hay dos principales tipos de leña; blanda y dura. La primera es perfecta para avivar el fuego, crear llama y que se encienda mucho más rápido. Entre las leñas blandas tenemos el roble, el cerezo, el fresno… Una de las características de este tipo de madera es que se consume más rápido que la dura y, para mantener el fuego, es menos duradera y por tanto, menos aconsejable para esta función y a la larga, menos económica.

La leña dura, por otra parte, se consume más despacio. Tiene más durabilidad y mayor capacidad calorífica, por este motivo, se considera de mejor calidad. Como leñas duras encontramos el almendro, el olivo, la encina, el roble, el naranjo y la haya.

Independientemente del tipo de leña, recodad que debe estar muy seca.

Compra de proximidad

Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de comprar la leña para nuestra chimenea es el consumo de aquella que tengamos más cerca. Es decir, si compramos la leña cerca de nuestra zona es posible que nos cueste más barata y, además, estamos contribuyendo a un consumo responsable y sostenible ya que mantenemos cuidados nuestros bosques y evitamos el coste del transporte.

La encina, por ejemplo, es un tipo de madera dura abundante en la mayor parte de nuestro territorio, salvo en la zona de Cantabria. El naranjo se encuentra principalmente en Cataluña, Valencia, Andalucía, Extremadura, Murcia y Gran Canaria. La leña del olivo y del almendro también son muy buenas opciones fáciles de encontrar en muchas zonas. Por otra parte, el roble, la haya y el alcornoque destacan en zonas mucho más húmedas con abundante lluvia como el área cantábrica, el Sistema Central y los Pirineos.

Por volumen mejor que por peso

Otra gran pregunta común, ¿cuánta leña compro?, ¿lo hago por volumen o por peso? Lo más aconsejable suele ser comprar por volumen, ya que el peso implica una variación muy grande y algunos tipos de leña pueden pesar más incluso habiendo poca cantidad.

Por otro lado, la madera verde pesa más y no esta en condiciones para el fuego. La seca, como decíamos, es de mejor calidad y pesa menos lo cual hace que resulte mucho más económica.

Por eso, principalmente, recomendamos comprar por volumen y hacerlo en época estival para que la leña esté en condiciones cuando lleguen el momento de encender el ansiado fuego de la chimenea.

En verano mejor que en invierno

¿Por qué comprar ahora la leña y no más adelante? La respuesta es sencilla, como decíamos, la mejor leña es la que está ya muy seca. Por eso, comprando por volumen y en este momento del año, cuando todavía hay tiempo para que incremente la demanda, seguramente estaremos ahorrando tiempo, dinero y asegurando que la leña esté en perfectas condiciones cuando necesitemos utilizarla.