En otras ocasiones hemos hablado de barbacoas como un elemento más de la casa, una herramienta con ciertas ventajas para cocinar, ventajas que aumentan, claro está, con la llegada del buen tiempo. Sin embargo, hoy queremos hablar de otras ventajas que tienen las barbacoas ya que, además de cocinar alimentos muy ricos y sanos, son un elemento social indispensable.
¿Quién dice ‘no’ a una barbacoa?
La barbacoa es sinónimo de amigos, buen tiempo, ocio, diversión, familia, risas, tiempo libre, fin de semana, vacaciones, por no hablar de todas las posibilidades culinarias que nos brinda.
Comenzando por lo más sano, para aquellos que están inmersos en plena ‘operación bikini’, sabed que la comida a la brasa, además de ser el sistema más tradicional que existe, nos permite disfrutar del sabor de los alimentos de forma muy natural sometidos al mínimo proceso, el fuego, y es apta para dietas bajas en calorías. (Advertencia: no continuar leyendo si se acerca la hora de comer y no se dispone de una barbacoa a mano). Podemos cocinar a la parrilla cualquier alimento, carne, pescado, marisco e incluso verduras: entrecot, costillas, salmón, trucha, calabacín, pimiento, espárragos trigueros y muchas cosas más son más que aptas para hacer a la barbacoa.
Aparte del delicioso sabor y de lo entretenido y fácil que resulta cocinar a la brasa hay más ventajas nutricionales. Como decíamos, es un proceso en el que no se añaden calorías a la comida y además ésta apenas pierde valor nutritivo ni vitaminas o minerales en la preparación, aportando un sabor único y muy natural sin esconder la verdadera esencia de los alimentos. En la cocción de los alimentos a la brasa, la propia temperatura que genera el fuego crea una capa protectora que protege los ingredientes y favorece el proceso de asimilación de las proteínas. Eso sí, nos olvidamos de la carne carbonizada o expuesta al fuego en exceso. La barbacoa disminuye la grasa de los alimentos ya que el calor hace que se disuelva y se pierda en la parrilla.
Aún hay más, y es que hacer una barbacoa nos permite disfrutar del aire libre y evitamos manchar la cocina. En el ámbito social, es igual a reunión con amigos y familia, diversión, colaboración y trabajo en equipo. Nos movemos llevando y trayendo la comida o bebida, estamos de pie echando una mano al encargado de la parrilla… en definitiva, es una actividad muy dinámica y quemamos calorías. Permite innovar en cuanto a sabores y algunas técnicas como envolver en papel de plata, por ejemplo. En una barbacoa hasta el menos ducho en cocina, puede lucirse y contribuir.
Si ya os habéis animado a poner una barbacoa en vuestra vida, ¡manos a la obra!
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