Estamos ante un verano de incendios. En lo que llevamos de año casi 125.000 hectáreas ya se han quemado en nuestro país y nos acercamos peligrosamente a la cifra récord de 2012, el peor año en los últimos 30 años. Y los incendios forestales vuelven a masacrar los bosques gallegos, andaluces, aragoneses y castellanos.

Estamos ante un cambio climático y las dos olas de calor sufridas en los países mediterráneos no favorecen en nada incendios como el de Zamora o el de la provincia de Zaragoza, pero desde AEFECC no nos cansamos de preguntarnos si se hubieran quemado estas 125.000 hectáreas si nuestros bosques estuvieran limpios. ¿Qué pasaría si hubiera un mantenimiento adecuado de nuestros bosques?

El mantenimiento de nuestros bosques es una necesidad medioambiental urgente. ¿Por qué hay siempre tan pocos incendios en los bosques mancomunados de Soria o de Burgos donde la población cuida el bosque porque sabe que es una fuente de ingresos para sus habitantes?

Lo venimos diciendo desde hace una década y lo avalan estudios como el de los Investigadores del Centro Tecnológico Forestal de Cataluña (CTFC), el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), junto al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB).

Los investigadores catalanes publicaron este estudio hace ya seis años, determinando las sinergias reales entre extracción de leña y biomasa forestal para bioenergía y la represión del fuego en ecosistemas del Mediterráneo.

Ya comentábamos en estas mismas páginas que el estudio se basaba en un modelo que reproducía las interacciones entre el fuego, la vegetación y la extracción de biomasa en un paisaje mediterráneo. La primera evaluación cuantitativa de esta práctica a medio plazo confirmaba que si la extracción de biomasa se ubicaba estratégicamente en áreas de alto riesgo de incendios, se podría reducir la superficie quemada hasta en un 60%. Además, estos datos suponen la base idónea para programas de prevención de incendios.

AEFECC reclama una mejor gestión de los bosques que permita prevenir los incendios a la vez que reutilizar la leña como energía térmica barata, sostenible y accesible por parte de todos. Como ya hemos dicho anteriormente, solo se reutiliza un tercio de la madera de los bosques mientras que los otros dos tercios quedan a merced de los incendios como estamos viendo este verano.

Si ahora apostamos por el medio ambiente, apostaremos por el futuro y debemos aprovechar las energías que nos proporcione la naturaleza. Somos el tercer país con más superficie boscosa de la Unión Europea después de Suecia y Finlandia. En España hay 18 millones de hectáreas de bosque, según el INE, y solo utilizamos un poco más un tercio de la biomasa que producen como excedente. Aprovechar esta madera sobrante serviría como combustible natural, eficiente y económico y, además, lograríamos aumentar la superficie boscosa en un ciclo de retroalimentación mediante el dióxido de carbono.

AEFECC apuesta por el uso de la leña y biomasa como método para luchar contra los incendios forestales, ya que, además de prevenirlos se reduce el coste de la extinción de los mismos. Así, las actividades de extracción de biomasa unidas a otros tratamientos para disminuir el “combustible natural” que se acumula en zonas boscosas podrían contribuir a veranos con menos incendios.

¿Nos ponemos manos a la obra?