Recientemente hemos conocido a través del Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (Miteco), las cifras de incendios en España. Más de 6660 incendios forestales que han arrasado más de 74.000 hectáreas, de las cuales más de 18.000 son hectáreas de bosque.
Está claro que estamos ante un cambio climático y que las altas temperaturas no favorecen que no ocurran incendios como el que ha ocurrido recientemente en Ávila, pero volvemos a hacernos una pregunta recurrente, ¿se hubieran quemado tantas hectáreas sino nuestros bosques estuvieran limpios? ¿Qué pasaría si nuestro hubiera un mantenimiento adecuado de nuestros bosques?
Hace unos días, la televisión autonómica de Aragón nos preguntaba acerca del aumento de precios en el hierro, un hecho que nos afecta como fabricantes y que explicaba nuestro presidente, Carlos Oliván en los informativos de Aragón Televisión… pero en esa misma pieza informativa preguntaban al gerente de una empresa maderera quejándose también de la falta de madera como materia prima, haciendo alusión que «al no mantener ni gestionar bien los montes se está produciendo un deficit de madera».
El mantenimiento de nuestros bosques empieza a ser una necesidad medioambiental y económica urgente. Estamos viendo que la energía eléctrica va a continuar una escalada de precios que hace que sea ya un problema para los bolsillos de empresas y ciudadanos. Los precios del gasoil siguen en valores que en algunas comunidades autónomas están cerca del euro el litro…
Desde AEFECC venimos reclamando desde hace años una mejor gestión de los bosques que permita prevenir los incendios a la vez que reutilizar la leña como energía térmica barata, sostenible y accesible por parte de todos. Como hemos dicho en más de una ocasión, solo se reutiliza un tercio de la madera de los bosques mientras que los otros dos tercios quedan a merced de los incendios como hemos visto un verano más.
Quizás, en este momento, en el que día tras día se bate el precio del kilowatio hora, haya que recordar el enorme potencial que tenemos en nuestros bsoques si se gestionan bien. Lo hemos dicho en alguna otra ocasión, en países como Austria, donde la principal fuente de calefacción son las chimeneas y la leña es el combustible que proviene de la limpieza de los bosques y no de la tala de árboles, consiguiendo que se reduzca el riesgo de incendios y se pueda ahorrar hasta un 50 % en la factura de calefacción si esta es de gas, por ejemplo.
Estamos ante un momento catártico en el mundo en el que apostar por el medio ambiente será apostar por el futuro y debemos aprovechar las energías que nos proporcione la naturaleza. En España hay 18 millones de hectáreas de bosque, según el INE, de las cuales solamente se utiliza el 36,5% de la biomasa que producen como excedente. Aprovechar esta madera sobrante serviría como combustible natural, eficiente y económico y, además, lograríamos aumentar la superficie boscosa en un ciclo de retroalimentación mediante el dióxido de carbono.
¿A qué esperamos?
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