Si el mes pasado hablábamos de la oportunidad de compra la leña en verano, que es cuando está más seca y es de mejor calidad para nuestro invierno, este mes también os hablamos de la oportunidad de limpiar nuestra chimenea, algo que resulta fundamental para el mantenimiento de nuestra chimenea si no queremos tener problemas durante su uso en el invierno.
Una chimenea que cumple con las normas de seguridad, con un buen combustible y con una buena limpieza a fondo periódica es una chimenea segura que nos permitirá disfrutar tranquilos del calor del fuego.
Y, ¿quien hace ese mantenimiento? Sí, el deshollinador. Desde la Asociación de Deshollinadores de España nos dan una serie de consejos que tienen que ver con la limpieza doméstica (Limpieza de cenizas, de cristales y limpieza exterior) y un mantenimiento profesional, que recomendamos que lo haga un profesional acreditada con certificado RITE… y además desde AEFECC os contamos:
¿Es obligatorio limpiar la chimenea?
El sentido común nos dice que sí. En algunos países europeos existe una normativa que exige la limpieza de chimeneas de combustibles sólidos al menos una vez al año. Sin embargo, en España, aunque no hay una legislación clara al respecto, el “Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (Real Decreto 1020/2007) indica la necesidad de “comprobación y limpieza, si procede, de conductos de humos y chimenea” una vez por temporada para instalaciones menores de 70 KW y dos veces para las mayores de70 KW.
Aunque las que se instalan en salones y viviendas suele tener una potencia menor de 70 kW, es importante consultar este dato con el fabricante.
¿Por qué hay que limpiarla?
La combustión de leña de mala calidad o demasiado húmeda produce hollín y creosota, que se acumulan en las paredes de la chimenea y son muy inflamables. Por eso, si estos subproductos no se retiran adecuadamente y de forma periódica, pueden provocar graves incendios.
Mediante el buen mantenimiento de la chimenea, además, se mantiene limpia la casa disminuyendo la probabilidad de alergias e intoxicaciones por el polvo y el humo. También conseguiremos que funcione mejor y dure más tiempo, mejorando su rendimiento y consumo y disminuyendo el humo y los gases.
¿Cómo debo mantener limpia mi chimenea?
La limpieza de la chimenea debe realizarla el personal profesional y cualificado, que nos garantiza calidad y seguridad en la labor. La limpieza irá en función de la utilización. Lo que nosotros debemos hacer es mantenerla siguiendo estos sencillos pasos :
- Revisión semanal del estado de la chimenea.
- Utilizar madera seca y de calidad para evitar un exceso de subproductos en su combustión.
- Comprobar la cantidad de hollín y creosota acumulada en las paredes, si es de 3 o más milímetros, es momento de llamar al deshollinador.
- Utilizar productos específicos anti-hollín. Se usan arrojando una cantidad de producto a las llamas y se deshace el hollín adherido.
En definitiva, un buen mantenimiento y la visita de un deshollinador de forma periódica te permitirán alargar la vida de tu chimenea y te garantizarán un sistema de calefacción natural y seguro.
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