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Muchos piensan que el deshollinador es tan solo un personaje de película que cantaba y bailaba por los tejados de Londres con Mary Poppins… Pero resulta fundamental para el mantenimiento de nuestra chimenea, más aún si tenemos en cuenta que el 29% de los incendios en viviendas son provocados por aparatos generadores de calefacción y productores de calor, según el Balance de Incendios en Viviendas 2014 de la Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios.

Una chimenea que cumpla con todas las normas de seguridad, un buen combustible y una limpieza a fondo periódica son claves para disfrutar tranquilos del calor del fuego.

Y el momento para llamar al deshollinador es ahora: cuando la chimenea no está en uso. Veamos por qué:

¿Es obligatorio limpiar la chimenea?

El sentido común nos dice que sí. En algunos países europeos existe una normativa que exige la limpieza de chimeneas de combustibles sólidos al menos una vez al año. Sin embargo, en España, aunque no hay una legislación clara al respecto, el “Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (Real Decreto 1020/2007) indica la necesidad de “comprobación y limpieza, si procede, de conductos de humos y chimenea” una vez por temporada para instalaciones menores de 70 KW y dos veces para las mayores de70 KW.

Aunque las que se instalan en salones y viviendas suele tener una potencia menor de 70 kW, es importante consultar este dato con el fabricante.

¿Por qué hay que limpiarla?

La combustión de leña de mala calidad o demasiado húmeda produce hollín y creosota, que se acumulan en las paredes de la chimenea y son muy inflamables. Por eso, si estos subproductos no se retiran adecuadamente y de forma periódica, pueden provocar graves incendios.

Mediante el buen mantenimiento de la chimenea, además, se mantiene limpia la casa disminuyendo la probabilidad de alergias e intoxicaciones por el polvo y el humo. También conseguiremos que funcione mejor y dure más tiempo, mejorando su rendimiento y consumo y disminuyendo el humo y los gases.

¿Cómo debo mantener limpia mi chimenea?

La limpieza de la chimenea debe realizarla el personal profesional y cualificado, que nos garantiza calidad y seguridad en la labor. La limpieza irá en función de la utilización. Lo que nosotros debemos hacer es mantenerla siguiendo estos sencillos pasos :

  • Revisión semanal del estado de la chimenea.
  • Utilizar madera seca y de calidad para evitar un exceso de subproductos en su combustión.
  • Comprobar la cantidad de hollín y creosota acumulada en las paredes, si es de 3 o más milímetros, es momento de llamar al deshollinador.
  • Utilizar productos específicos anti-hollín. Se usan arrojando una cantidad de producto a las llamas y se deshace el hollín adherido.

En definitiva, un buen mantenimiento y la visita de un deshollinador de forma periódica te permitirán alargar la vida de tu chimenea y te garantizarán un sistema de calefacción natural y seguro.