energy-707208_1280¿Sabías que el 36% de los hogares ya utilizan calefacción de biomasa? Un ahorro de hasta el 50% en la factura de calefacción, un sistema más sostenible y un calor más natural son las razones por las que optar por una chimenea como sistema de calefacción en el hogar. Aquí te explicamos cómo elegir la chimenea que mejor se adapta a tus necesidades:

Tipo de vivienda

En primer lugar, debes tener en cuenta el tipo de vivienda y su ubicación. Aparte de lo agradable y relajante que resulta sentarse frente al fuego, no debemos olvidar que es una fuente de energía idónea como calefacción para viviendas unifamiliares y casas en el medio rural o bloques de edificios que cuenten con una instalación adecuada para la salida de humos.

Deberás tener en cuenta factores como la zona climática, la orientación de la casa y el grado de exposición; el aislamiento tanto en la construcción como en puertas y ventanas; el volumen interior de la estancia y su ocupación, y la inercia térmica, dependiendo si es el único sistema calefactor o sirve como apoyo en un punto determinado de la casa.

A partir de aquí debes elegir el lugar de la casa donde colocar la chimenea, lo que determinará la forma, tamaño y potencia a elegir. Esta potencia dependerá del espacio que necesites calentar y debes buscar el equilibrio óptimo. Una chimenea demasiado grande puede impedir la combustión completa de la leña y producir, por tanto, demasiado humo. Por el contrario, una demasiado pequeña, no siempre consume menos e incluso puede llegar a sobrecalentarse y dañar la instalación. Una buena elección de la chimenea es básica para que nuestra chimenea sea eficiente.

Además de la salida de humos y toma de aire exterior, si la chimenea va a ser el sistema principal de calefacción debe contar con unas prestaciones adicionales en la instalación que conduzcan el calor al resto de la casa, acumuladores de calor y ventiladores. De esta forma, podemos llegar a disfrutar de calefacción y agua caliente con un sistema más económico y plenamente eficiente.

¿Abierta o cerrada?

Se ha comprobado que las chimeneas cerradas aprovechan un 80% de energía obtenida de la quema de la leña más que las abiertas. Es el sistema más económico y limpio de obtener calor gracias al vidrio vitrocerámico, que nos permite seguir disfrutando del hipnótico vaivén de las llamas, y obtener calor a través del cristal, alrededor del hogar y por las aberturas preparadas para canalizar el aire caliente al resto de la casa.

Finalmente, ¿hogar, metálica, estufa o insertable?

El hogar es la que nos resulta más tradicional, revestida de ladrillos refractarios, algunos modelos pueden colocarse sin necesidad de hacer obra. Se recomiendan para espacios amplios y calefacción general.

Las metálicas representan la modernización del fuego abierto del hogar cerrado con chapa y cristal que aumenta el rendimiento y aporta seguridad. Su instalación es muy sencilla y queda lista para usar sin apenas modificación del ambiente. Perfectos para ambientes rústicos y espacios reducidos.

Insertables: altas prestaciones y posibilidades de instalación. Se adapta a huecos y renueva los hogares abiertos, dando un aire de minimalismo manteniendo las prestaciones.

Las de doble combustión ofrecen alto rendimiento y potencia elevada y presenta una ventaja añadida gracias a su tamaño compacto que permite su instalación casi en cualquier sitio. Eso sí, vigilando siempre las altas temperaturas de combustión y manteniendo las distancias de seguridad.

Esperamos haberte ayudado en tu decisión, pero te recomendamos que consultes en tu punto de venta sobre los modelos que más se adaptan a tus necesidades.

¡Enhorabuena por pasarte al calor más natural!